martes, 22 de febrero de 2011

Tiempo

Es curioso cómo percibimos a veces el tiempo. Cuando estás aburrido o en un momento desagradable el tiempo se te hace eterno, miras al reloj cada 5 minutos y te parece que hubiese pasado un siglo, querríamos que el tiempo pasase rápido, mucho más rápido. Sin embargo en otros momentos en que disfrutamos, lo pasamos bien o estamos con alguien especial parece que el tiempo vuela, justo en esos momentos en que querríamos que se detuviera es cuando más rápido pasa. ¿Por qué? ¿No os parece injusto? ¿No debería ocurrir al revés? Ojala pudiéramos manejar el tiempo a nuestro antojo, aunque eso sería muy peligroso. Muchas veces me encantaría volver al pasado, poder disfrutar de momentos especiales que he vivido o cambiar otros en los que he cometido errores, tantas veces he pensado: si hubiese hecho tal cosa... pero lo importante no es cambiar el pasado, sino aprender de ese fallo para no volver a cometerlo. Tampoco hay que estar especialmente pendientes del futuro, querer que el tiempo pase excesivamente rápido para llegar a algún momento que deseamos con todas nuestras ganas. Porque si el tiempo pasase tan rápido como queremos, no disfrutaríamos de la vida, solo nos preocuparíamos en seguir avanzando en el tiempo hasta que la muerte fuese nuestra compañera eterna. Lo único en lo que tenemos  que pensar es en el presente, en el aquí y en el ahora, o como mucho en un futuro próximo. Porque el pasado no va a volver, por mucho que nos preocupemos por él, los errores cometidos no se pueden subsanar, las personas que se han ido seguramente ya no volverán a nuestras vidas, es algo de lo que me he ido dando cuenta últimamente, no hay que empeñarse en mantener relaciones que están perdidas y que muchas veces nos negamos a asumir, nadie es imprescindible, las personas entran y salen de nuestra vida, cuando algo termina otra cosa empezará, quizá parecida, quizá peor... pero también mejor, por qué no? No hay que cerrar puertas, no hay que cerrarse en banda porque las mejores cosas pasan cuando menos lo esperamos, sin proponérnoslo e incluso a veces cuando ya te has cansado de esperarlo. Por eso hace tiempo que decidí no querer jugar con el tiempo, porque los momentos aburridos se terminan y los momentos que más disfrutamos, aunque terminen pronto, podemos repetirlos siempre que queramos. Vive el día a día, así en el futuro no tendrás que estar pendiente de aquello que no hiciste en su momento, no tendrás que volver a arrepentirte de no haber hecho esto o aquello, de haber perdido un tiempo que jamás podrás recuperar. Disfruta, no pierdas el tiempo pensando cien veces si tienes que hacer una cosa u otra, toma las decisiones que te dicte tu interior, la intuición no suele fallar, y en todo caso, mejor arrepentirse de aquello que has hecho mal que de nunca haberlo intentado.

Sin más, hoy os mando muchísimos besos, por si mañana ya no os los puedo dar.

MiKo

No hay comentarios:

Publicar un comentario