sábado, 29 de enero de 2011

Mis dotes culinarias

Glu glu, amiguitos!! (por si alguno no sabe el idioma de los peces, glu glu significa hola, por lo menos en este contexto)
Hoy quiero contaros mis experiencias como cheff. Porque aquí donde me veis, soy una excelente cocinera. Mi plato estrella es la pizza hecha en el microondas (es que el horno me da miedo) y precocinados similares. Como buena estudiante, la pasta no puede faltar en mi menú uno, dos y a veces tres días a la semana... es un plato muy socorrido y sofisticado, no debemos menospreciar un buen plato de macarrones con tomate. Otra de mis opciones favoritas es la ensalada (fácil, sencillo y para toda la familia), y cualquier manifestación artística del huevo (tortilla, revuelto, huevo frito, huevo cocido...). Otro plato comodín, de esos rápidos y fáciles de hacer, es el arroz, pero debido a una mala experiencia, que algún día contaré, no sé si seguiré teniendo relación con él o lo hemos dejado para siempre. Últimamente me siento culpable y he empezado a incorporar algo de verdura, pero que venga ya cocida o que sea solo meterla en agua, no me pidáis más.
Un gran amigo al que empiezo a echar de menos es el conocido filete (ya sea de pollo, de cerdo...), se me está empezando a olvidar cómo era su linda carita... y por supuesto, nada de pescado en mi dieta, sería canibalismo (eso, o la tortura mayor para mi paladar).
Pero lo más importante para un buen cheff no es lo que hace, sino cómo lo hace... y yo tengo un arte cocinando... que deberían grabarme y le haría la competencia a Arguiñano, sería nº1 de visitas en youtube... Porque mi casa no tiene vitrocerámica, esas modernidades aún no han llegado a mi mundo, tengo una cocina de gas, y me da miedo el fuego, así que tengo una lucha diaria en mi cocina. Sólo encenderlo ya me da miedo, pero ya si le tengo que poner aceite... insonoricemos la casa, porque al mínimo ruido o indicio de que el aceite va a saltar, ya tenemos grito asegurado, acompañado con paranoias de que el aceite me está saltando al brazo. Verme dar la vuelta a un filete o a algo frito, es un gran espectáculo... o cubro mis brazos con paños,trapos o similar, o apago el fuego, espero a que se enfríe le doy la vuelta y lo vuelvo a encender... son técnicas que he tenido que ir aprendiendo por supervivencia. Conclusión: más de un día o la comida se queda a medias, o me la termina otra persona, o los gritos que pego asustan a todo mi edificio.
Por lo tanto, es genial para mí cada vez que llega el momento de comer o de cenar... cada día una nueva experiencia inolvidable que añadir a mi lista.

Sin más, se despide la cheff MiKo

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