viernes, 23 de septiembre de 2011

cosas que hay dentro de mí

Día 3: no he llorado. Sólo con eso ya estoy contenta, aunque en realidad no lo esté. No he dejado de pensar en ti en todo el día, en darle vueltas a las cosas. No he dejado de convencerme de que no tengo que quererte, de que tengo que olvidarte. Pero igual que digo de ti, las cosas se demuestran con acciones, no con palabras. Y mis acciones han sido pensar en ti, mirar el msn cada 5 minutos por si te conectabas y escribir cosas sobre ti. Es difícil, muy difícil. Y me fastidia no poder decidir dejar de quererte. Me duele no poder hacer que tú sientas lo mismo. Quiero saber lo que piensas, necesito hablar contigo, necesito verte… pero no haré nada por conseguirlo, esta vez no. Necesito saber que no te importo, que pasarán los días y no habremos hablado porque esta vez no he sido yo la que dé el primer paso. Porque tú no vas a hablarme, no vas a llamarme. Y sería de locos pensar que vas a proponerme que quedemos. He sido una tonta. No debí haber pensado que te gustaba, no fue eso lo que querías decirme. De lo que hablabas era sólo de sexo, de nada más. Juegas conmigo, te burlas de mí y de mis sentimientos. Y ser consciente de ello no me ayuda, no me hace dejar de quererte, aunque con el tiempo espero conseguir que me seas un poco más indiferente. Lo único de lo que tengo ganas es de mandarte una carta diciendo que quiero olvidarte, que quiero que tú me olvides, que lo mejor es que dejemos de hablar. Pero eso ya lo he pensado anteriormente, e incluso lo hice y me arrepentí. Porque sé lo que es que dejes de hablarme y no quiero que vuelva a ocurrir. Es un poco contradictorio, porque ahora también tengo la misma sensación, la sensación de que no quieres hablar contigo, que no te importo… esa sensación que tuve aquél día de febrero… no puedo sacarte de mi cabeza ni un solo segundo. Y ahora creo que sí que quiero. Aunque implique cosas para las que no estoy preparada, como imaginar el resto de mi vida sola o con otra persona que no seas tú. Como dejar de pensar que eres mi hombre, que eres ese hombre perfecto que nació para ser mío. Sé que lo seguiré pensando aunque no deba. Pero esta vez no seré yo la que ceda. Me cuesta, mucho, pero no puedo volver a hacerlo, necesito comprobar qué es lo que pasa y cómo están las cosas. Si el día menos pensado me llamas, me sentiré un poco tonta por estos días, pero al menos sabré que no te soy indiferente. En realidad, sí que creo que te importo, pero no consigo entender que todo en tu vida sea más importante que yo, bueno, quizá eso tampoco sea así. Quizá lo que no entiendo es que no puedas dedicarme ni 5 minutos de tu día, aunque sólo sea para saber cómo te ha ido, qué has hecho o que te acuerdas de mí. Cuando me dices que las mujeres no son importantes en tu vida, que no es algo personal conmigo, cuando me dices que eres muy independiente y que no es normal en ti hablar todos los días con una persona… me fastidia. Porque he vivido lo que es que me quieras, que hables conmigo todos los días, que te intereses por mí, que me llames ilusionado y hablemos durante horas… eso ya lo he vivido y no lo supe aprovechar, por eso me fastidia. Y quizá eso sea lo que haga que no seas así conmigo ahora, no lo sé. Pero por más que lo piense o más vueltas que le dé, no conseguiré saber lo que pasa. Sólo si un día te pregunto. Sólo si algún día tú me lo cuentas. Sólo espero equivocarme y que cualquiera de estos días me llames porque te apetezca saber de mí o escuchar mi voz. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario